Hablando con cierta rigurosidad, los ingresos anticipados son aquellos han sido obtenidos en una fecha anterior a la que hacen referencia. Dicho de otra forma: es un ingreso que se realiza en el ejercicio económico actual pero que no se ve reflejado en este sino en el posterior, ya sea de forma parcial o total.

Es muy importante que tengamos en cuenta que cuando se habla de un ingreso anticipado, no se ha prestado un servicio o entregado un determinado producto, por lo que se adecua al cliente la contraposición por la cantidad de dinero recibida antes de tiempo.

En otras palabras: no se recibe dinero a cambio de nada y mientras no se haga la entrega de algo a cambio del ingreso recibido en cuestión, tendremos un pasivo, ya sea con la persona o con la empresa que nos dio una determinada cantidad de dinero.

Tomemos como el ejemplo el caso en donde se hace un cobro por anticipado de un arrendamiento. En este contexto, se ha recibido dinero por el servicio de arrendamiento, sin embargo, dicho servicio no ha sido prestado; esto significa que hasta el momento en el que no se haga efectivo, la obligación de prestar el servicio en cuestión debe ser reconocida como un pasivo, pues en el fondo se está debiendo un servicio.

Esto viene a ser lo contrario a, por ejemplo, gastos por anticipado. Estos se contabilizan como si fueran un activo diferido, puesto que se ha realizado el pago, pero no se ha recibido una contraprestación por el dinero invertido.

Casos comunes de ingresos anticipados

Con las primas de seguros se ingresa una cantidad de dinero que nos obliga a tener que cubrir una determinada cantidad de riesgos en el futuro. Lo más común es dividir la cantidad a cobrar entre el número de meses que el servicio estará vigente.

Suelen ser cobradas por anticipado, pues es una buena forma de evitar el desabastecimiento.

En ocasiones se adelanta el ingreso de rentas o alquileres por periodos mayores a un mes. Esto suele ser una exigencia del arrendador.